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Resurgiendo de
las adicciones

Josué Zatarain y José Martín del Campo | 24 agosto 2020 | Hombres Escala

En muchas ocasiones cuando hablamos de personas adictas, las clasificamos como personas que ya tocaron fondo, pero en realidad el tema de las adicciones va más allá de un estereotipo.

La palabra adicción es adjudicada, es decir, “yo no soy adicto a las drogas, alcohol, trabajo u otros”, sino a los pensamientos que mi mente me dice que ahí estoy feliz, y es cuando caemos en la adicción o adjudicación de pensamientos.

¿Porqué caemos en las adicciones?

En primera, tienes que saber en dónde estás para saber identificar porque caes en ellas. En muchas ocasiones caer en las adicciones tiene que ver con tu pasado, tu infancia, el lugar donde creciste y con quien lo hiciste, comportamientos influyentes en tu vida que te revelan una identidad errónea y pasar de acusar a acusarte, y, es cuando entran los pensamientos que te llevan a caer como: “No valgo”, “no puedo” y “no sirvo”. Son pensamientos que se vuelven inconscientes, en donde pierdes tu esencia o el diseño original que Dios le ha dado a tu vida.

¿A dónde caemos?

Caemos de la esencia que Dios le da a nuestra vida de plenitud a un estado de temor, sin valor hacia nuestra persona y sin una identidad. Caemos en una búsqueda cómo: “¿qué me puede sacar de esto?” (estado inconsciente) en donde se vuelve un estado alterado adictivo buscando que nos va a sacar de ese sentimiento de temor y nos volvemos una presa fácil de lo que hay en la sociedad.

La adicción a las conductas que falsamente dan seguridad, “la única plenitud es la esencia de tu ser original creado por Dios en tu vida”.

¿Qué tienes que saber acerca de las adicciones?

1. La enfermedad emocional y mental es lo que llevará a consumir: adjudicar tus pensamientos acusatorios o negativos te lleva a tomar malas decisiones.

2. La adicción como enfermedad está en el adicto desde antes de que llegue a consumir: estado de separación de Dios, en donde buscas en otras conductas plenitud cuando la única es la de nuestro creador.

¿Qué daños provoca el no tratar con la adicción?

  1. Fracasos en la escuela y/o en lo laboral: comienzas por reprobar en la escuela o rendir menos y tener menos eficacia en lo laboral.
  2. Daña la identidad, el valor y la confianza: desconectarte de la realidad, en tu inconsciente pierdes el valor propio, una vez que consumes, más quieres, hasta hacer algo demasiado grande.
  3. Daño a la familia: culpas a los miembros de tu familia para justificarte y de esa manera los dañas.

¿Cómo salimos de las adicciones?

  1. Reconocer que solos no podemos: aceptar que tienes una adicción y reconocer que solo no puedes, recurre a la ayuda de otros, principalmente a la ayuda que viene de Dios.
  2. Recurriendo a Dios para enfrentarla: busca la presencia de Dios en tu vida para completarte, Él te dará esa libertad de tu adicción.
  3. Teniendo conciencia de los daños (viviendo el dolor): imagina el dolor que causas para que puedas seguir avanzando.
  4. Buscar ayuda en una red de apoyo: buscar apoyo y recibir el amor por haber aceptado tu adicción, dejarte ayudar para que puedas seguir obteniendo esa oportunidad de seguir creciendo e incluso poder ayudar como testimonio de ello.

Confía en que tu experiencia la usará Dios para tu crecimiento, para tu bien, al vivir este dolor estás creciendo, comparte tu experiencia para que sea de bendición para alguien más.

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