fbpx

BLOG

De carbón a diamante

Estibaliz Zúñiga

.

Soy una mujer con 44 años de edad de vida biológica, pero cronológica, yo creo que ando por los 60’s. Me crié en una familia disfuncional, alcoholismo y presa de emociones deprimentes.

Juan 10:10 en mi familia el enemigo, destruyó, robo y mato.

Tuve la bendición de ser madre a los 17 años y trajo a mi vida la responsabilidad de esposa, ama de casa,y sobre todo buena nuera. Por mi edad solicite el apoyo de mis suegros para tener la oportunidad de estudiar, y ellos me dieron su apoyo. (A lo que hoy estoy muy agradecida, por su corazón bondadoso), entonces a todo esto se suma ser buena estudiante y alumna.

No tenía la menor idea de como llevar una casa, mucho menos de como ser una buena esposa, entré en una carrera de sobrevivencia de tener los menores errores y ser esmerada en lo que me correspondía, sinceramente no me salía bien, la sopa no sabía como la de mi suegra, los pañales de tela me quedaban amarillos, no me alcanzaba el tiempo para limpiar la casa, la escuela y las tareas se sumamban a mis obligaciones diarias, cuidar a mi hermosa bebe, que todos los dias alimentaba mi alma con su amor incondicional, con sus suaves y hermosas palabras, mamá te amo, gracias mamá, mamá me ayudas, mamá sabe rico, etc.

Aprendí a luchar por mi vida, daba mi vida por todos y como muchas mujeres, me quedaba al último en todos los aspectos, alimentación, aspecto personal, salud, lo único que si siempre atendía era mi baño diario, porque era el que me revitalizaba, afortunadamente era muy joven y mi cuerpo tenía la fortaleza aunque solo comiera solo una vez al dia.

A mi alrededer Dios estaba operando, todo estaba a su favor, en su momento no lo veía, pero me dio la bendicion de unos suegros extraordinarios, un esposo que me hizo crecer en carácter, era el momento de ser mujer todo terreno, porque de otra manera, podía desfallecer en cualquier instante.

En su momento, yo no veía las bendiciones de Dios en mi vida, todo era sufrimiento, agotamiento, desgaste, era literal un robot, mi corazón se fue llenando de capas y capas de insensibilidad, era tanto el dolor que un día dije: “voy a comenzar a disfrutar del dolor, porque no hay nada más en mi vida más que dolor”.

Mi matrimonio se esfumó por las infidelidades que hubo, me sentía desplazada, pero aún así, por mis creencias y educación yo tenía que seguir firme y aparentar ser la buena esposa, la perfecta madre y callada nuera.

Vivimos un accidente familiar en moto, gracias a Dios al papá de mi hija y a mi hija no les paso nada, pero yo quede deshecha, mi pierna, mi cabeza, mis brazos, mis dientes, era lo que veían los médicos, pero por dentro estaba rota en mil pedazos, no lo podía creer, postrada en una cama, una pierna molida y sin dientes. Y Dios me levantó y pegó todos mis huesos, mis venas, arterias y dientes, pero por dentro vivía rota. Cuando sucedió eso, en mi interior sabía que habia algo más para mi porque Dios me dio una segunda oportunidad de vivir, por fuera me veía mejor pero por dentro aún había mucho que trabajar, pero eso no era trabajo de los médicos.

Yo no sabía que era lo mejor para mi vida, pero lo que sí sabía, es que no quería vivir esa vida, porque dentro de mí, estaba el Espíritu de Dios que me alentaba a diferenciar que lo que yo vivía no era lo que DIos quería para mi vida, y un día me rendí, y supliqué por su ayuda.

Mi Padre Celestial escuchó mi plegaria y me dio fuerzas para tomar decisiones con valentía, huí de mi casa porque ya no podía más, entre golpes, humillaciones, infidelidades, desprecios, mi corazón lastimado y herido, cuando salí de mi casa comienzo a cometer error, tras error.

Dios cumplió su promesa de sacarme de esa vida, pero yo no estaba preparada y era de las mujeres que se acercaban a Dios cuando solo necesitaba y cuando no lo necesitaba yo vivía con mis propias fuerzas y me metí en mundo de tinieblas, fui engañada por el enemigo, de que la vida de divorciada era libertad y lo mejor que me podía suceder, creí esa mentira y arrastré a mi hija en ese camino de tinieblas, llena del mundo y vacía de Dios, hice cosas que ya no puedo remediar, pero aun así, seguía bajo la protección de Dios. 
Las primeras consecuencias de mi vida fue que me convertí en una viuda, el padre de mi hija vive pero por mis decisiones y actitudes no hubo provisión para la vida de ella, aleje a mi hija del amor de su padre.

La mano de Dios nuevamente no me soltó y me dio un gran trabajo y es de la manera que Dios provee a mí y a mi familia, porque ahora sé que en su palabra Él cuida a las viudas de una manera especial.

Entre en excesos que fueron creando heridas en mi corazón y mi vida iba quedando vacía de la presencia de Dios y me llenaba del mundo, me convertí en la mujer de hierro, por fuerte, fría y dura.

Dios me seguía observando cómo iba destruyendo mi vida, Él nunca se alejó de mí, porque puso amigas, amigos, líderes que estuvieron en cada instante de mi vida y me levantaron con palabras de aliento, con apoyo emocional, mi vida se llenó de psicología para encontrar respuestas y seguir siendo la mujer fuerte que nada le duele, todo esta bien, pero por dentro sabía que estaba equivocada nuevamente, no sabía que era bueno para mi, pero eso que vivía no era lo que quería para mi vida.

Mi hija se convirtió en madre y alegro nuestras vidas,la llegada de mi hermosa nieta, mi corazón estaba lleno de emoción por ser abuela a los 35 años, pero no voy a negar dentro de mí había nervios y seguí cometiendo errores, me cambié de ciudad y dejé a mi única familia sola, decisión equivocada porque nuevamente inició otro caminar sin preguntar a Dios antes de tomar la decisión.

En mi vida había muchos aciertos, pero cada vez yo me alejaba del diseño original que Dios tiene para mi vida, en la búsqueda de sentirme amada y protegida, iniciaba y terminaba relaciones, algunas de ellas maravillosas, otras destructivas, otras tóxicas y no lograba sentirme amada.

Pero llegó el gran dia que Dios con lazos de amor, me mandó llamar, recibí 5 formaciones en oración, después Dios guió mis pasos, para llegar con mi familia de La Roca y ahora soy barro en sus manos, Dios me sacó del fango en el que me encontraba, con mucho amor, ha ido quitando cada capa de dureza de mi corazón, ha restaurado a mi familia, la provisión se multiplicó, ha llegado la sanidad a mi vida en todos los sentidos, primero trato con mi corazón, mis pensamientos, emociones y estoy en la etapa fisica, ha sido sorprendente como Jesús está transformando mi vida. Me ha dado muchas promesas pero una de ellas es Isaías 40:31 Los planes de Dios han sido mejores que los míos.

Mi hija está encontrando su camino y andar con Jesus, Dios a mi nieta le dio una familia maravillosa, que nosotras no hemos podido construir y con fe, yo se que lo que estamos viviendo, es parte de la restauración de Dios en nuestras vidas.

Dios me enseñó a dejarle el control de mi vida, algo que me costaba muchísimo, Jesús me ha llevado por el camino del perdón, de la restauración, de sentirme amada (obra maestra) valiosa. Efesios 2:10

Antes no creía en el amor, en el matrimonio, en el perdón, en la familia y ahora le estoy creyendo a Dios por una familia de acuerdo a su diseño, un esposo y toda mi vida está en sus manos.

Yo misma estoy sorprendida con lo que Jesús ha hecho en mi vida, me ha dado ojos para poder ver la vieja Estibaliz, y la nueva Estibaliz, Efesios 4:22 Yo me siento diferente, soy más amorosa, comprensiva, paciente, y ahora amo a Dios, con todo mi ser, con toda mi mente y con todo mi corazón .

Y le estoy creyendo por la nueva vida que vendrá, porque si cuando anduve en el fango nunca me dejo y me protegió, ahora cada dia me sorprende con sus hermosas bendiciones y sobre todo me llena de amor, de ese amor, que restauró mi corazón, de ese amor que se van los vacíos, si antes era una guerrera ahora soy fuerte pero mis fuerzas vienen de Cristo Jesús y ahora soy invencible ante las tinieblas, ante los ataques del enemigo, porque mi roca es Dios y mis batallas se las entregó a Él, y es Él quien lucha mis batallas.

Con Jesús me siento fuerte, pero humilde de corazón, aun no estoy terminada y me falta mucho, pero estoy muy contenta porque Él es mi alfarero y yo su barro.

Hoy me encuentro feliz y no hay más dolor, vivo en el amor de Dios, Jesús me dijo: tú éxito profesional alcanzado será similar en tu vida familiar, habrá un hermoso equilibrio en tu vida ahora y siempre”.

escrito por

Estibaliz Zúñiga

Aurora Mujeres

Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.

En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.

Share This