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Sé una mujer que inspira

Todas hemos tenido momentos en nuestras vidas donde necesitamos a alguien que nos dé palabras de aliento, todas en algún momento nos hemos visto en la necesidad de ser motivadas. Nunca vi que tan importante era esto hasta que me convertí en mamá. De hecho, una de mis cosas favoritas para hacer es, llevar a mis hijas a sus juegos de voleibol y echarles porras desde las gradas. Me encanta ver como mis hijas me voltean a ver después de pegarle a la pelota logrando anotar un punto para ver si las ví, o cuando hacen un saque increíble, siempre les doy una súper sonrisa y las motivo con algún gesto. Usualmente me encuentras gritando en las gradas a lo largo del juego “¡vamos chicas, pueden hacerlo!”, “¡ustedes pueden con esto!” simplemente amo motivar a mis hijas.

De la misma manera mi esposo y yo las motivamos a experimentar cosas nuevas, nuevos sueños, a creer en ellas mismas, a creer que Dios tiene un gran plan para sus vidas. Las apoyamos al decirles que no están solas, que no solo estamos nosotros allí para apoyarlas, sino que también Dios está con ellas.

Cada vez que hablamos esas palabras, estamos construyendo su confianza, las llenamos de esperanza, y eso las empodera a continuar avanzando.

Proverbios 16:24 dice: “Las palabras amables son como la miel: dulces al alma y saludables para el cuerpo.” Nuestras palabras pueden ayudar a dar vida al sueño de alguien más, y pueden ser el empuje necesario en la dificultad de alguien.

Es por eso que necesitamos ser personas que nos motivamos unas a otras, que nos ayudamos a construirnos las unas a las otras. Necesitamos aprender a hablar palabras de afirmación, que motiven e inspiren. Me gusta la manera en la que Dave Willis lo dice, “Sé una persona que motiva. El mundo ya tiene demasiados críticos”. Asegúrate de dejar a todas las personas que conozcas mejor que como los encontraste. Sé un alentador de potencial en lugar de ser un destructor de confianza.

Días después de empezar un nuevo proyecto, fui criticada por alguien que no me conoce. Eso me desanimo un poco y empecé a sentir un poco de ansiedad. Logré deshacerme de los pensamientos negativos y todo el ruido que esas palabras estaban haciendo en mi cabeza que buscaban desanimarme. Tenemos que ser cuidadosas de cómo manejamos la negatividad, el Rey Salomón dice en Proverbios 12:25 “La preocupación agobia a la persona; una palabra de aliento la anima.” Muchas veces un poco de negatividad puede crear tormentas en nuestros pensamientos. Es por eso que necesitamos estar seguras y continuamente recordar todas las cosas positivas que hemos escuchados para mantenernos motivadas.

Fomentemos en nuestra vida el valor de ser personas que motivan. Ralph Marston dijo: “Repartamos semillas de motivación a lo largo y a lo ancho, y disfrutemos el fruto abundante que seguro estas traerán.”

Dios es nuestro más grande motivador. La Biblia está llena de promesas para nosotras. Dios en la misma manera que nosotros como padres, se sienta en las gradas y sonriendo nos motiva. El mismo te dice: ¡tú puedes!, ¡puedes hacerlo!, Él es nuestro motivador número uno. Cuando leo mi devocional bíblico, siempre capturo tantas palabras llenas de afirmación y llenas de vida. ¡Decido apropiarme de ellas y creerlas!

escrito por

Michelle Mayorquín

Aurora Mujeres

Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.

En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.

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