Puede haber ocasiones en las que en lo más profundo de nuestro corazón estemos viviendo cierta incertidumbre, estos tiempos han sido diferentes, nada parecido a lo que estábamos acostumbradas, la verdad jamás pensé vivir algo así, que mis hijos vivieran algo así, recuerdo mi infancia llena de libertad, salir a andar en bicicleta en la calle, ir a la “tiendita de la esquina”, andar por la calle sin preocupaciones. Ahora son otros tiempos y me duele ver que mis hijos no puedan tener la misma libertad que nos tocó vivir.

En estos días mi familia y yo estamos viviendo lo que es tener COVID, y uno escucha tantas cosas que se te llena la cabeza de incertidumbre, de temor, con tantas preguntas sobre que va a pasar si me contagio, y si me falta oxigeno, y si necesito ir al hospital, y si  fallezco o algún ser querido, y si me quedo sola, tantas cosas pasan por la cabeza que hay que volver y fijar nuestra mirada en Dios, porque es el único que nos puede traer paz a nuestros corazones y a nuestras mentes, nosotros mismos con nuestros pensamientos somos nuestros peores enemigos.

Pero a pesar de toda esta incertidumbre debemos de estar confiadas en Dios, cuando nos dieron los resultados positivos pasaron todas esas preguntas en mi cabeza y me tuve que tomar un respiro para poder aterrizar la idea  que teníamos COVID y de que solo de la mano de Dios podríamos salir victoriosos de esto, gracias a Dios nos hemos sentido bien, malestares típicos de COVID pero nada afectando la respiración, mi niña de 6 anos  tiene malestares de estómago, cabeza, fiebre, vómito, duele verla así, pero van y vienen esos pensamientos, Dios es  bueno y perdonador y le pido perdón cada que me doy cuenta que la incertidumbre me está atacando sobre el que pasará, cada que siento temor o cuando mi esposo me dice que tiene fiebre, que le duele algo , una y otra vez regreso a los pies de  Cristo y le entrego todas esas aflicciones,  mis  cargas, solo Él me puede dar esa paz que necesito.

Filipenses 4:7 Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Mateo 11:28-30 Vengan a mi todos ustedes que están cansados y agobiados y yo les daré descanso. Carguen mi yugo y aprendan de mi, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y de carga ligera.

Y también he sido testigo de un milagro más por parte de Dios, me sorprende tanta magnificencia y tanto amor hacia mi familia, no hay palabras para expresarle mi agradecimiento. Uno de mis más grandes temores era que mis papás se contagiaran de COVID, ya que sus cuerpos eran huéspedes perfectos para que el COVID hiciera estragos fatales, a mi papá de los dos pulmones le funciona uno con fibrosis, ha tenido tratamiento desde hace más de 20 anos a causa de esto y ha ido empeorando la situación poco a poco, entre otras cosas a causa de esto. Mi mamá sobreviviente de cáncer en el cerebro, con secuelas de quimio y radio, y de tantas operaciones a nivel cerebral que su salud ha sido afectada, así que la inquietud estaba ahí… presente y como dice el versículo de Job 3:25 lo que mas temía, me sobrevino; lo que más me asustaba, me sucedió.

Cuando me dieron la noticia que su prueba había salido positiva, pasaron mil pensamientos por mi cabeza, la incertidumbre y el temor se apoderaron de mí, pero el amor de Dios es tan grande y tan bueno que los mantuvo solo con síntomas de una gripa leve, todo mi temor se disipo al entregarle mis cargas y aflicciones a Dios, no cabe duda que escucha nuestros ruegos y nuestras oraciones y que es un hacedor de milagros.

Permanezcamos firmes en nuestra fe, ahora más que nunca hay que estar fuertes y unidos en Cristo por que los tiempos no son fáciles.

Isaías 26:3 Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.

Mientras más pensamos en Cristo, más disfrutaremos de su perfecta paz, este es un reto desafiante, pero también un don glorioso, te reto a que entrenes tu mente para apartarla de otras cosas y concentrarnos en Jesús, agradecerle por todas las cosas hermosas que experimentamos, todo lo que nos produce gozo y alegría, colocar recordatorios en casa, en la oficina, en el carro, notas con versículos que nos hagan recordar y aprendernos su palabra.

Volver nuestros pensamientos hacia Dios es prueba de que confiamos en Él, de que tenemos fe en Él, de que creemos en Él, también en los momentos difíciles nos acercamos mas a Él, en momentos de dolor, angustia, nos recuerdan comunicarnos con Él. Enfocarnos en su presencia nos protege de estar pensando en los problemas, pensando una y otra vez en ellos sin tener progreso, sin avanzar.

Volvamos nuestros pensamientos a Dios, así podremos disfrutar del maravilloso don de paz.