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Pasos de obediencia
Keren Ramírez
Cuando me pidieron que escribiera para la cuenta de Aurora mujeres me sentí muy honrada pero al mismo tiempo nerviosa, porque es una responsabilidad muy grande. Estos días mi oración ha sido: Dios, ¿Qué puedo compartir con las mujeres? ¿Qué quieres hablarles? ¿Cómo quieres retarlas? ¿Cómo quieres mostrarles tu amor? ¿Darles consuelo? ¿Darles paz? Pensé en las infinitas combinaciones de situaciones que estamos enfrentando. No sé si estás trabajando desde casa o en la oficina como yo. No sé si estas en cuarentena obligatoria, o por estar embarazada o si tienes hijos chiquitos. No sé si eres soltera o casada. No sé si te has sentido sola estos 90 + días o si te sientes abrumada por estar tanto tiempo con la misma gente. Lo único que sé es que Dios está aquí. Está ahí donde tú estás leyendo esto. Sé que Él quiere hablarte hoy.Durante mi tiempo con Dios mientras leía 1 Reyes 15 Dios me mostró la historia de una mujer. No conocemos su nombre pero dice la palabra que era viuda. Una mujer viuda con un hijo. En esos tiempos una mujer viuda dependía de la generosidad de su pueblo para su sustento. La biblia nos indica cómo Dios había estipulado que cuando los campesinos recogían sus cosechas sólo podían recoger una vez para dejar algo para que las viudas y los huérfanos pudieran recoger y tener sustento. Encontramos a esta mujer en medio de una sequía que ya lleva años, lo que significa que durante ese tiempo no había ni siembra ni cosecha. En ese momento esta mujer está por cocinar su último puñado de harina y su último chorrito de aceite. Se preparaba para cocinar la última cena para ella y su hijo y luego morir de hambre. En medio de este escenario entra Dios y le dice a la mujer que un profeta vendrá a su casa y que ella debe hospedarlo.La biblia no nos dice que pensó la mujer o que le contestó a Dios, pero me puedo imaginar lo que ella sintió al escuchar que tendría otra boca que alimentar. Me imagino que pensó que escucho mal. Me imagino que pensó en su hijo y como si ella hacía lo que Dios le dijo, su hijo podría perecer antes de lo que ella había anticipado. Puedo imaginar como el miedo le sobrevino cuando reviso el jarrón de aceite y vio que seguía en sus últimas gotas. Su situación no había cambiado. Ella escuchó a Dios pero lo que Él pedía sobrepasaba sus capacidades. No era suficiente para todos. Y ella decidió no cambiar su rumbo.Tiempo después llegó el profeta y como Dios le había anticipado le pide que cocine un pan para él. Ella le contesta:
1 Reyes 17:12 Le juro por el Señor su Dios que no tengo ni un pedazo de pan en la casa. Solo me queda un puñado de harina en el frasco y un poquito de aceite en el fondo del jarro. Estaba juntando algo de leña para preparar una última comida, después mi hijo y yo moriremos.Cuántas veces hemos puesto nuestros problemas, nuestra situación actual, nuestros planes, nuestros sueños, nuestros anhelos, nuestros miedos o nuestra falta de fe como excusa para no obedecer. Yo sé que yo lo he hecho muchas veces. Pero en cada una de esas veces Dios me contesta como el profeta le contestó a la viuda
1 Reyes 17:13-14 ¡No tengas miedo! Sigue adelante y haz exactamente lo que acabas de decir, pero primero cocina un poco de pan para mí. Luego, con lo que te sobre, prepara la comida para ti y tu hijo. Pues el Señor, Dios de Israel dice: “Siempre habrá harina y aceite de oliva en tus recipientes, ¡hasta que el Señor mande lluvia y vuelvan a crecer los cultivos!”¡No tengas miedo mujer! Dios está contigo, Dios ve tu situación, Dios ve tu dolor. ¡Él no se ha olvidado de ti! Al contrario, Él quiere darte la provisión. Lee la promesa de Dios para ti en voz alta. Créela hoy. Dios hará que siempre tengas harina y aceite. Dios hará que siempre tengas lo que necesitas para poder lograr esos sueños que Él te ha dado.Lo que Dios nos pide es obediencia y esta mujer al escuchar las palabras de Elías obedece, es ahí donde llega el milagro.
1 Reyes 17:15-16 Así que ella hizo lo que Elías le dijo, y ella, su familia y Elías comieron durante muchos días. Siempre había suficiente harina y aceite de oliva en los recipientes, tal como el Señor lo había prometido por medio de Elías.¡Si Dios te ha hablado, si Él te ha prometido algo ten por seguro que lo cumplirá! Todo lo que necesitamos hacer es tomar pasos de obediencia y veremos a Dios obrar sus milagros en nuestra vida.
escrito por
Keren Ramirez
Aurora Mujeres
Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.
En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.
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