fbpx

Nuestras anécdotas de infancia son ilimitadas, podríamos cada una escribir un libro de nuestra vida y seguir haciendo versiones nuevas, añadiendo momentos según como pase el tiempo. Hoy abro mi corazón para compartirte una de esas pequeñas historias.

La casa de mi abuela era una casa muy grande de color blanca con un patio enfrente que tenía un declive en el portón donde podía deslizarme con mis carros, ¡ah, porque eso sí! No me faltaban juguetes, juguetes que solía traerme mi mamá para que tuviera más variedad y poder jugar cuando ella no estaba. Así es, cuando no estaba.

En ese patio había un enorme árbol del cual yo podía arrancar, en su temporada, frutos de color amarillo muy dulces y sus hojas ácidas. Pero eso no era lo relevante para mí sino el patio de atrás, el cual me transportaba a las más grandes aventuras que no tenían fin. Recuerdo días llenos de sabor y color, siempre había algo que disfrutar después de una buena comida que mi abuela cocinaba.

En ese patio tuve las mayores risas y los juegos más espectaculares que una niña puede soñar, desde el moler café tostado con la abuela hasta jugar con lodo y trepar árboles, pero también, al final del día, era mi mayor soledad.

Por muchos años en mi infancia y hasta mi juventud experimenté el vacío que deja la ausencia de lo que amas.  En mi caso era que mis padres no estuvieran conmigo. ¿Te ha pasado? ¿Te has sentido así alguna vez?

Muchas veces vivimos pérdidas personales, ya sea tus padres, esposo, hijos, familia o amigos. Aún la distancia puede sentirse como una pérdida. Si tú te sientes hoy así, “En Soledad”, quiero lanzarte una cuerda que puede llevarte a la Roca Firme.

NO ERES LA ÚNICA.

La soledad ha estado en la humanidad por generaciones, ella no discrimina a nadie, se infiltra tanto en corazones jóvenes como en los corazones que ya se cansan con sus arrugas. No toma en cuenta si vives sola o lejos de tu familia, si estás a punto de casarte, o si ya estás casada, inclusive no discrimina a quien quizá tiene casa llena. Afecta a los que están dentro y fuera de la iglesia. La soledad no distingue si tienes muchos seguidores en redes sociales o si eres un gran líder. Ataca sin distinguir si tienes muchas posesiones, o muchos títulos.

Y así me sentía yo, sola, hasta que lo conocí. Él es quien puede sacarte del abismo de la soledad trayendo una cura para tu corazón.

Mateo 28:20 Yo [Jesús] estaré siempre “contigo” hasta el fin del mundo.

En muchas ocasiones a través de Su Palabra encuentras que Jesús siempre estará contigo y que te acompañará en tu caminar, donde sea que estés y en la circunstancia en la que te encuentres. Él es tu, Emmanuel “Dios con Nosotros” quien te ofrece uno de los REGALOS más hermosos que cualquier persona pueda obtener; Su Presencia en tu vida.

NO ESTAS SOLA.

Él es tu compañía permanente, de día y de noche, en tu entrada y en tu salida. Él es quien puede llenarlo todo en tu vida. Su Espíritu es quien hace de nosotras su morada. ¡Qué nivel de cercanía e intimidad! Es tan decidido Su Amor por ti que hizo que TODO fuera posible por estar cerca de ti.

NADA TE SEPARA DE SU AMOR

Romanos 8:38-39 Estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Quizá hoy tu dolor o tu soledad son profundas, pero puedes hacer que pierda fuerza si lo comparas con la eternidad de Su presencia en ti.

ÉL ES TU CONSOLADOR

Juan 14:1 Entonces Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Consolador para que esté con ustedes para siempre.

Es en estos momentos donde quiero que tomes esa cuerda y recuerdes siempre que Jesús es Tu Roca firme y ¡JAMÁS se olvidará de ti!

4 VERDADES PARA TU CORAZÓN

  1. Su Palabra es la cuerda que sostendrá tu corazón en momentos de soledad.
  2. Su Palabra traerá a tu corazón alegría y gozo sin importar cual sea tu situación presente.
  3. Su Palabra trae un renuevo de pensamientos.
  4. Su presencia llena cada espacio vacío en tu interior.

Así que, ¡NO te abandones! ¡Entrega tu soledad a Jesús, permite que Su bálsamo de amor te rescate hoy! No te descuides, ocúpate de tus necesidades ya sean físicas, emocionales o espirituales. ¡Arréglate, ponte guapa, alégrate, no descuides tu salud, come saludable, lee, sonríe, canta, baila, ama, agradece! Porque si algo NO va a suceder, es que Dios se olvide de ti en ningún momento de tu vida.

Ésta es la palabra que me levantó de mi soledad y sé que lo puede hacer contigo también.

Isaías 44:21 Israel, no me olvidaré de ti.

(Tu nombre), No me olvidaré de ti”

escrito por

Ana Laura Elizarraráz

Aurora Mujeres

Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.

En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.

Share This