fbpx

Mi lugar seguro

A punto de dormir una noche de verano, yo tendría alrededor de 12 años, alguien entró corriendo por el patio gritando que el negocio de mi papá se estaba quemando….él sin pensarlo brincó de la cama, tomó su carro y se fue. Pasaron varias horas, no recuerdo cuantas, lo que sí era claro es que mi mamá, mis hermanas y yo, estábamos en la sala de la casa esperándolo y pidiendo a Dios que nos ayudara, queríamos que papá regresara para que nos diera noticias de lo que había pasado, pero a la vez teníamos mucho miedo de saber el resultado de ese incendio. Lo vimos bajar de su carro, completamente negro de humo y cenizas por haber estado toda la madrugada sofocando aquel fuego. Con un semblante tranquilo entró a la casa y nos dijo: “Se quemó todo, no quedó absolutamente nada”.. El negocio del que vivíamos, el único sustento económico y el fruto de muchos años de trabajo y ahorro, se habían reducido a cenizas. Mi padre era un hombre de un carácter muy fuerte, la reacción natural que yo esperaba es que estuviera muy enojado, lleno de ira,  temor del porvenir y frustrado  por lo que había sucedido; sin embargo, cuando mi mamá hizo la pregunta obvia: Y ahora, ¿Qué vamos a hacer? La respuesta que dió dejó una lección tan grande en mi vida, que es la razón por la que te comparto esta historia…sus palabras fueron: “Pues vamos a volver a empezar, vamos a reconstruir todo, voy a conseguir prestado con la gente que confía en mí y con el favor de Dios vamos a salir adelante”.

Los meses y años siguientes no fueron fáciles, pero no te puedo explicar la sensación de seguridad que yo tenía porque mi papá se había encargado de hacernos saber que todo iba a estar bien, al poco tiempo yo iniciaría una relación personal con Jesús y entonces supe lo que era tener esa cobertura y esa seguridad a un nivel ¡Sobrenatural!

Cuando inició esta Pandemia, la incertidumbre, el temor y la histeria colectiva que se empezaron a desatar,  trajeron a mi mente aquella memoria; era ahora mi turno y el de mi esposo de transmitir esa seguridad a nuestras hijas, de que ellas supieran que no importa lo que venga, Dios nos ha dado abundantes y hermosas promesas que nos dan la seguridad de que estaremos bien, y son estas situaciones las que precisamente nos dan la oportunidad de reclamarlas. La Palabra de Dios nos dice:

‘Aunque ande en valle de sombra y de muerte no temeré mal alguno, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento’ Salmo 23:4

Esta es una hermosa promesa pero trae implícita una realidad que a veces no nos gusta mencionar: en la vida, van a haber valles de sombra y de muerte, sin embargo; la seguridad que tenemos es que no tendremos miedo porque ¡Él nos acompañará en ese tiempo y no sólo eso sino que nos dará ánimo para seguir!

Cada etapa de mi vida ha venido acompañada de su dosis de retos y dificultades, y estoy segura que tú también has atravesado valles en los que parece que no hay salida o solución, y es precisamente ahí, en medio de la dificultad donde Dios me ha dejado saber que nunca estoy sola, que Él está conmigo, que me dará las fuerzas para seguir. Muchas veces me ha sorprendido con un milagro, otras me ha mostrado el propósito de la prueba y otras veces me ha dejado sentir Su abrazo dándome de Su paz y consuelo para seguir.

No importa que tan oscuro pueda verse el panorama frente a nosotros, en este tiempo te invito a que recordemos estas 3 verdades:

1. Dios está en control.

Colosenses 3:3 nos dice que nuestra vida está escondida en Dios, piensa eso por un segundo, ¡¿quién puede hacerte frente si tu escondedero es Dios mismo?!  Alrededor nuestro puede haber un caos pero nosotras estamos en el escondite más seguro en medio de la tormenta.

2. Puedo descansar en Su Perfecta Voluntad para mi vida

Y esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a Su Voluntad, Él nos oye. Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido’ 1 Juan 5:14-15

Aquí la clave es pedir conforme a Su voluntad, y para conocer cuál es, sólo hace falta buscarla en Su palabra y pedirle a Su Espíritu Santo que nos la enseñe.

3. La paz de Dios NADIE te la puede robar

Vivimos un tiempo sin precedente en la historia moderna, es completamente normal que pensamientos de duda e incluso de temor lleguen a nuestra mente, que la tensión por los retos económicos, emocionales y de salud que esto ha traído quieran robarnos la paz, por eso es el mejor momento para recordar, Cuál es la fuente de mi paz? ¿Dónde estoy buscando consuelo y respuestas?  Y aquí hay tantos versículos que te quisiera compartir pero te dejo este:

‘Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo’ Juan 14:27

Hermosa amiga, no hay lugar donde puedas estar más segura que bajo el amparo protector de las alas de nuestro Dios. No importa qué circunstancias amenacen con robarnos la paz, hoy toma un momento y da gracias a Dios porque en medio de la crisis Él es nuestra confianza, Él nos protege a nosotros y a nuestras familias. Él nos levanta y puede hacer todo nuevo e incluso mejorado, aún desde las cenizas.

escrito por

Oli Berruecos

Aurora Mujeres

Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.

En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.

Share This