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Los planes de Dios son mejores
Marcela Morales
Isaías 55:8 “…mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos…”
Muchas de nosotras hemos escuchado el versículo que dice que nuestros pensamientos no son los que Dios tiene para nosotros, sin embargo, que los hayamos escuchado no nos garantiza que seamos buenas en entenderlo y aceptarlo.
Proverbios 19:21 El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor.
Desde una corta edad, tenía pensado cómo quería que pasaran las cosas en mi vida. Me casé muy joven y planeábamos tener hijos un par de años después, primero queríamos cumplir algunas metas mi esposo y yo. Después de un par de años el momento llegó y los dos sentíamos el deseo de ser padres. Pasaron algunos meses y nada sucedía. Después de atenderme con mi médico de siempre, me recomendó tratarme en una clínica de fertilidad.
Para mí esto fue un shock, ya que no estaba en “mis planes” el tener que esperar y mucho menos pasar por una serie de estudios, tratamientos, incluso una cirugía, para poder concebir un embarazo. Me sentí desilusionada porque yo ya quería ser mamá y lo quería a mi manera. Yo no podía entender porque Dios no me concedía el anhelo de mi corazón, siendo que era algo bueno. Empecé tratamientos y poco a poco fui poniendo mi confianza en los doctores, creyendo que esa sería la única manera en que yo saldría embarazada. Seguía orando a Dios por un hijo, pero dentro de mí no había la intención de decirle que confiaba en sus planes y que lo pondría a Él sobre todas las cosas.
Mis prioridades fueron cambiando y todo lo que hacía giraba alrededor de un embarazo. Después de una larga espera tuve mi primer intento de embarazo, el cual yo estaba “segura” que iba funcionar y resultó negativo. Los días que le siguieron me sentía muy triste y fue entonces cuando clamé a Dios. Decidí creerle a Dios con todas mis fuerzas. Me metí a servirle con todas las ganas, y comencé a cambiar mi actitud. Mis días eran distintos, ahora yo me sentía feliz y agradecida por lo que sí tenía, confié realmente en sus planes y la espera se convirtió mucha más fácil porque yo sabía que Dios estaba trabajando en mí.
Hebreos 10:35-38 “…no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido. «Pues, dentro de muy poco tiempo, Aquel que viene vendrá sin demorarse…”
Un par de meses después volvimos a intentar, pero con una actitud muy diferente a la primera vez. Dios no tardó en responder mi oración, y me dio la bendición de no sólo quedar embarazada de un bebé sino de cuatro. Entendí cuánto Dios me amaba y los planes tan grandes que tenía para mi vida. El problema era que yo me aferraba a hacer las cosas a mi manera. Él alineó mi corazón, mis pensamientos y mis caminos a los de Él. Dios estaba preparando algo muy especial para mí, pero yo no me daba cuenta. Mi embarazo fue increíble, tuve muy pocos malestares, mis bebés crecieron sanos y nacieron a buen término.
Ahora tengo cuatro hijos de dos años. Esto ha sido una gran tarea, pero Dios me sigue enseñando que lo tengo que poner en primer lugar a Él. Es así como yo puedo vivir mis días sabiendo que Él me capacita, me da las fuerzas y sobretodo es Él quien tiene cuidado de mi familia. Dios me preparó porque Él quería darme algo grande.
1 Pedro 5:10 Y después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables.
Si tú estás creyéndole a Dios para que cumpla un anhelo de tu corazón, sigue creyendo que se cumplirá, pon tu confianza en Dios, primeramente, sírvele con todo tu corazón y permite que Él trabaje con tu manera de pensar, cree en sus planes y confía que sus caminos siempre son mejores para ti. Dios es fiel.
escrito por
Marcela Morales
Aurora Mujeres
Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.
En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.
Marisa, no tienes idea lo que tu testimonio me alienta a creerle a Dios y confiar en sus planes .
Tu testimonio me alienta a no cansarme de pedirle a Dios que sea en su tiempo y no en el mío realizar mis sueños y anhelos, me enseñas que solo manteniendome firme en mi fe hacia el puedo esperar pacientemente.. Dios te Bendiga