Déjame platicarte que yo no crecí siendo líder y ni me imaginé que algún día lo fuera, pero sabes una cosa, todas llevamos un líder dentro, porque como hijas de Dios tenemos una gran comisión el hacer discípulos.

Mateo 28:18-20 Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Fuimos llamadas a llevar su enseñanza a todo el mundo, y eso empieza con uno mismo en el arrepentimiento genuino y la transformación verdadera y claro, todo esto es un proceso que requiere de nuestra fe, de nuestra obediencia, de confiar en Dios sobre toda cosa. Pero te digo algo, esto puede parecer sencillo al leerlo o que nos lo digan, pero la verdad es que para mí no fue nada fácil y la palabra en la que me apoyaba en mi proceso, fue el conocer lo que Jesús habló al decir:

Juan 16:33 En este mundo tendrán aflicciones, PERO, confíen que YO ya he vencido al mundo

Confiar en Él ante todo, que verdad tan grande y que difícil llevarlo a cabo cuando somos carne, la buena noticia chicas es que por eso estamos aquí para apoyarnos unas a otras y ayudarnos a levantarnos como líderes que somos en todo su esplendor, en tu casa como esposa, como hija, como hermana, como amiga.

Así que te quiero dejar unos puntos importantes para que formes ese líder que llevas dentro y sea reflejado el carácter de Cristo en ti y en todos los que te rodean, llevando la gran comisión a la que fuimos llamadas como hijas:

1) Sé ejemplo en palabra

La Palabra es el tesoro más cercano a tu vida que puedas tener, La Biblia dice en Lucas 6:45, el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; PORQUE DE LA ABUNDANCIA DEL CORAZÓN HABLA LA BOCA.
Nosotras hablamos de lo que abunda en nuestro corazón por eso para ser ejemplo en Palabra debemos de tener una mente renovada y un corazón limpio, porque tarde o temprano nuestras palabras revelarán lo que hay en cada uno de nuestros corazones. Por eso para conocer el corazón de una mujer no hay que entrar dentro de él sino sentarse a escucharla hablar.

2) Sé ejemplo en conducta

La conducta es la manera de comportarnos en una situación determinada, es la manera como respondemos a situaciones adversas. Los frutos del Espíritu se ligan mucho al carácter de la persona, por eso, andar en el espíritu no es manifestar un don sino ver los frutos del espíritu en todo lo que hacemos . En segunda de Corintios 3:2 dice:
Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres.
Las personas leen tu carta por tu testimonio, las personas quieren encontrar a Dios a través de ti y cualquier mala conducta que tomemos frente a los demás, esa mala conducta leerán.

3) Sé ejemplo en amor

Ser ejemplo en amor es aprender a modelar el amor de Dios en nuestras vidas, amar sin distinción de personas, escoger a quien amar y desechar a los demás es una evidencia de que estás en la carne. Dios nos enseñó a amar incondicional, estoy 100% segura que si Dios hubiese buscado una condición para amarnos nosotros no hubiésemos cumplido con sus expectativas y Él no nos hubiese amado.

4) Sé ejemplo en espíritu

Cuando eres ejemplo en Espíritu, dejas de ser ejemplo en la carne. El que es ejemplo en espíritu no modela odio, ni rencor, enemistades, celos, iras, contiendas, chismes. Cuando eres ejemplo en Espíritu las decisiones que tomas tienen un fundamento bíblico.

5) Sé ejemplo en fe

Cuando eres ejemplo en fe no enseñas a otros a depender del hombre sino de Dios. No enseñas a otros a vivir por vista sino por fe. Cuando eres ejemplo en la fe no modelas inseguridad ni desconfianza en Dios. Cuando eres ejemplo en la fe el conformismo no es una opción para avanzar. Cuando eres ejemplo en la fe, les muestras a otros, que las imposibilidades sí tienen solución a todo aquel que cree.

6) Sé ejemplo en pureza

La santidad es el resultado de tú, haber sido purificada. La santidad se perfecciona en el temor a Dios.

Proverbios 8:13 El temor de Dios es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.

El temor a Dios no es tolerar el mal sino aborrecerlo. A Dios sea la gloria. Todas llevamos un líder dentro, ¿estás dispuesta a formarlo? ¿Quieres ser luz? ¿Quieres llevar este plan a cabo?

Únete con nosotras y juntas lo lograremos.