Cristel, ¿Por qué siempre estás enojada? ¿No te damos todo lo que nos pides? – Sí, todo.- Contesté a mi mamá llorando. – Entonces ¿Por qué no eres feliz?… ahí fue donde me di cuenta de que, por más viajes, lujos, ropa nueva, casas y posesiones que tenía mi familia, había un hueco que no lograba llenar.

Sea que en este momento lo tengas todo o creas no tener nada, me encantaría compartir contigo cómo encontré la felicidad.

Las mejores historias terminan en un final feliz. Mi vida no ha terminado, pero soy feliz, la disfruto y me emociona conocer lo que está por venir. Ahora me gustaría preguntarte ¿Cómo se ve tu futuro? ¿Incierto, desconocido o de novela?

Te tengo una increíble noticia, Dios ya escribió algo acerca de nuestro futuro. Cuando somos sus hijas, independiente de todo a nuestro alrededor, algo ya fue escrito hace más de 2,000 años y es nuestra ancla en toda circunstancia.

Dios me ayudó a encontrar la felicidad a través de 3 cosas que Él mismo hizo aquí en la tierra:

1. Jesús amó sin límites

Efesios 5:2 Y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.

No esperemos perder algo para apreciar su valor. Cuando tenía 14 años mi papá murió y entonces, me di cuenta de que tenía una familia, que había un hermano menor que necesitaba atención y una hermana que seguía mi ejemplo, una mamá que siempre me instruyó, pero no lo valoré hasta que vi que uno de ellos ya no estaba.

Sé que nuestra familia no es perfecta, pero es la que Dios escogió y Él jamás se equivoca. Si Jesús amó de esa manera, tu y yo también podemos, porque nos parecemos a Él, somos sus hijos. Te reto a hacer lo siguiente con los miembros de tu casa:

1. A recordarles cuánto los amas
2. A decirles qué cualidades admiras de ellos
3. A orar por ellos

Recuerdo un día en que mi papá iba saliendo de la casa, mi mamá me pidió orar por mi papá, pero yo no quería porque, según yo, no sabía cómo orar. Mi mamá me repitió una vez más “ora por él o si no, vas a ver…” entonces decidí orar por él y ese fue el último día que lo vi. Cuán importante es tomarnos un tiempo para orar, siempre es necesario, jamás está de más.

1 Tesalonicenses 5:16-18 Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.

Felicidad es apreciar la vida de los que están a nuestro alrededor.

2. Jesús caminó sobre las aguas

Mateo 14:25 A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua.

Casual, de madrugada, caminando sobre el agua. La vida con Dios es una aventura, siempre te guiará a lo extraordinario, a lo que está fuera de tu alcance… pero está a su medida. Tenemos un Dios que hace lo imposible ser posible.

Cómo mamá, esposa, hija, estudiante, somos todologas, diseñadora de modas, cantante, psicóloga y chef, ¿Te has dado cuenta que eres el paquete completo? Hoy te recuerdo que, así como Jesús caminó sobre las aguas, tú también puedes con todas y cada una de las responsabilidades que te fueron asignadas. No porque eres profesionista o porque yo lo diga, pero porque Dios te llama escogida, la niña de sus ojos, real sacerdocio, su hija y mucho más que puedes leer en el libro más vendido de la historia.

Quería ir de intercambio a otro continente y fui. Quería emprender mi propio negocio y lo tengo. Quería aprender otro idioma y lo logré. ¿Qué reto estás enfrentando en este momento que parezca imposible de lograr? Si puedes creer, mi Dios lo puede hacer.

Lucas 1:37 Porque nada hay imposible para Dios.

Felicidad es saber que puedo ir más allá de lo convencional, porque Jesús es mi amigo.

3. Jesús nos pide sacudir nuestros pies

Leer esta parte de la biblia me dio descanso, ¿Qué hacer cuando no somos escuchadas, amadas o correspondidas? Lo siguiente es oro:

Mateo 10:14 Si alguno no los recibe bien ni escucha sus palabras, al salir de esa casa o de ese pueblo, sacúdanse el polvo de los pies.

Dejar atrás aquello que podría impedirnos avanzar. Si a Jesús lo rechazaron, si a Pablo lo rechazaron, a ti y a mí habrá ocasiones en que nuestras palabras no serán bien recibidas, pero Jesús nos da la mejor solución: sacude el polvo de tus pies y sigue, avanza, porque lo que está delante es aún mejor.

Por mucho tiempo busqué encajar en todo lugar al que iba, estar de acuerdo con todos, pero es pesado tratar de agradarle a millones de personas. Me deleitó en saber que le agrado a Dios, tanto que dio su vida por mí, aún antes de que yo decidiera amarle.

Felicidad es saber que no tengo que cargar con equipaje extra, soy amada por Dios, aceptada por él y nada me detendrá de avanzar.

En conclusión:

Mi vida no es perfecta, pero soy feliz y esas son 3 de las claves que Jesús nos enseña para vivir en plenitud.

Felicidad no es tener la vida resuelta, ser inmune a cualquier tipo de enfermedad, tener un millón de amigos y una cuenta de banco con fondos inagotables.

Felicidad te pertenece al tener a Jesús de tu lado.