fbpx

BLOG

Erradicando el egoísmo

Gretel Gil

.

Es un poco vergonzoso abrir esta área de mi vida, pero encuentro valor en el hecho de que sé que muchas mujeres se pueden identificar conmigo. Les cuento mi historia, empezó cuando era soltera, siempre pensé en mí como una persona nada egoísta.  Anhelaba una familia como se ve en las películas, todos juntos como muéganos, una mamá dedicada a la casa, solo atendiendo el hogar y sintiéndose realizada, dando todo de ella a su familia. Esa era mi perspectiva y mi anhelo. Sin embargo, cuando me casé me enfrenté a la realidad de que efectivamente era una persona egoísta. Muchas de mis acciones me mostraban ese egoísmo; me costaba trabajo empezar a ser un nosotros en vez de un yo. Quería continuar planeando cosas sin incluirlo, quería seguir cumpliendo sueños solo míos, me era difícil cambiarme hasta mí nombre de casada como es típico en nuestra cultura. Fue tan difícil mi lucha interna por que quería agradar a Dios y a mi esposo que tanto amaba, de verdad quería ser la esposa que él quería. Estos pensamientos egoístas fueron desapareciendo poco a poco con la ayuda de Dios y el amor incondicional de mi esposo.

No fue hasta que entré a la siguiente etapa de mi vida que me encontré en la misma situación que al principio de mi matrimonio. Cuando nacieron mis hijos, tuve que empezar a compartir mi vida y mi tiempo con 4 personitas más y era difícil para mí, más cuando escuchaba decir cosas como “pon las necesidades de tus hijos primero y después las tuyas”. ¡Las noches eran lo peor cuando llegaba la culpa! Si estaban dormidos y sentía que no les había dado la suficiente atención durante el día quería despertarlos para abrazarlos y que me volvieran a decir las mil cosas que todo el día me decían y que por estar ocupada no les daba toda mi atención.

Tenía este sentimiento constante que incriminaban mi corazón, me decía que no era buena mamá, me recordaba que era egoísta, que no tenía paciencia, y me dejaba clamando desesperada a Dios por su guianza, quería poder pasar tiempo de calidad con ellos como mamá, tener un hogar que le agradará, y una familia ejemplar que le sirviera.

Un día me dieron un consejo muy simple, de esos que llegan sin ser pedidos. Sin embargo, yo sabía que era el principio de una respuesta que yo estaba esperando de parte de Dios. Me dijeron “Ser padre o madre es como lo que te piden las azafatas cuando dan las instrucciones antes de que un avión despegue: primero colóquese la mascarilla de oxígeno usted y después asista a los menores” ¡En mi interior sabía que esa era mi respuesta!

Primero yo tengo que estar bien, sentirme bien, quitarme toda culpa, quitarme la etiqueta de “egoísta” y “mala mamá” que yo misma me había puesto y trabajar con mis metas, con mi administración de tiempo, y con ser intencional con cada una de estas áreas.

“Así empezó mi proceso, me quedó claro que lo demás era enseñarles cómo ser hombres y mujeres virtuosos que siguen a Jesús y sólo a Él como su máximo ejemplo a seguir .

 Doy gracias a Dios por su pronta respuesta cuando clamamos a Él. Dios me ha enseñado que no hay tal cosa como una familia perfecta (lo vemos en la Biblia), tenemos que quitarnos ese mito de nuestra cabeza y ser quienes Dios nos llamó a ser, con nuestros defectos y virtudes. Él anhela que instruyamos a nuestros hijos a amarlo a Él por sobre todo, y a poder descargar en Él nuestro egocentrismo y falsas expectativas para que podamos mantener un ambiente de Shalom (Paz) en nuestro hogar.

escrito por

Gretel Gil

Aurora Mujeres

Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.

En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.

Share This