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Entrena tu mente

Jay Orozco

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La semana pasada mientras hacía mi devocional en Salmos 34, hubo unos versos que me resaltaron, todo el capítulo está increíble, pero de una forma especial me enfoque en los versículos del 4 al 9: 

Salmos 34:4-9 Oré al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro. En mi desesperación oré, y el Señor me escuchó; me salvó de todas mis dificultades. Pues el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen. Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!Teman al Señor, ustedes los de su pueblo santo, pues los que le temen tendrán todo lo que necesitan.

Me di cuenta de la facilidad con la que maximizo mis malos pensamientos y minimizo su palabra, dándole mucho más poder a lo negativo que a la palabra de Dios. ¿Te ha pasado? 

Sé que necesito cambiar mis hábitos, que cuando venga un pensamiento negativo, o cuando la ansiedad (miedo al futuro) quiera apoderarse de mí, que yo pueda ser cortante y fuerte para decir “not today satan”. 

El mismo día que meditaba en este Salmo, a mi hijo de 2 años le dio calentura, me puse a orar por él, y en mi corazón comencé a sentir miedo, entonces me acordé de lo que acababa de leer y agarré mi Biblia y empecé a citar su palabra, y a declarar que “el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen”, es curioso pero cuando se trata de los hijos sale a relucir una fe que a veces ni con nosotras mismas tenemos.

Al terminar de orar y ya más calmada, vino una indicación suave pero firme: ¡ENTRENA TU MENTE! Estas palabras me estaban dando la responsabilidad de hacer algo. 

Hay un porcentaje de mujeres que aman hacer ejercicio, y luego estamos todas las demás que nos cuesta. Cuando comenzamos a entrenar, a ejercitarnos, uno sufre los primeros días, pensamos ¡no voy a poder! ¡Esto no es para mi! ¡Moriré en el intento! Pero sobrevivimos y se viene la segunda, tercera semana, y de pronto lo estamos logrando.

Nuestra mente está en constante movimiento, en mis pensamientos ya voy adelantada a mis acciones, de pronto llego a un lugar (cocina, recámara) y digo “¿para qué vine?” 

La mente es muy veloz, y cuando la tienes entrenada a pensar en negativo y de pronto quieres cambiar el rumbo, cuesta. Hace ya varios años me percaté de esto y mis ojos espirituales se han abierto para ver que las promesas de Dios en la Biblia no están ahí en vano. Pero no ha sido fácil. Entrenar la mente, en nuestras fuerzas se vuelve frustrante. Constantemente me descubro pensando en lo que no me hace bien, pero he decidido tomar responsabilidad y actuar. Mi mente va a sujetarse, tu mente va a sujetarse, porque el Espíritu Santo nos da dominio propio, cuando lo invitamos a vivir en nosotros. 

¡Entrena tu mente! Ya no más ser permisivas con lo negativo, malo y que nos desgarra por dentro. 

Desde mi niñez me he preocupado por cosas que nunca me pasaron, y si…me pasa algo malo, y si…me enfermo, y si… algo me sale mal, y si …

Y esos “y si…” fueron puros engaños, en cambio ¡Dios me libró, me protegió, me sustentó! 

¡Y si…cambiamos a pensamientos positivos! Y al mismo tiempo activamos nuestra fe y vamos más allá de “y si… todo me sale bien” a:

  • Porque Dios está conmigo yo sé que nada malo me pasará ni a mi ni a los míos.
  • Porque Jesús llevó todas las enfermedades en la cruz yo soy sana y mi familia también.
  • Porque Dios me promete que nada me faltará, nada me faltará. 

Cuando la mente ha sido entrenada a lo negativo por tantos años, es normal que ante la mayoría de las circunstancias reaccione con temor, ansiedad, pero si al mismo tiempo tuvo un rompimiento en “antes y  después” de Cristo, cuanto más tú y yo. Jesús en escena trae rompimiento, trae una nueva vida. Nuestro pasado no determinó que nos amara, y nuestro presente no determinará que nos permita vivir cosas maravillosas.

Entrenemos nuestra mente a pensar como dice su palabra

Filipenses 4:8 Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza

Te animo a que inicies un plan devocional, si no sabes cómo hacer uno, en Aurora mujeres podemos apoyarte. 
Recuerda “Cuando oras, tú le hablas a Dios, cuando lees la Biblia Él te habla a ti” 

escrito por

Jay Orozco

Aurora Mujeres

Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.

En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.

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