Por muchos años viví sin una relación con Dios, yo me encontraba muy confundida, vivía con temor, siempre pensaba en lo negativo, vivía pensando en: “¿qué si esto pasa? ¿qué si me dicen esto otro?, ¿qué si no me salen las cosas bien?” Todo me preocupaba y todo quería arreglar yo misma, terminaba cansada y al final del día hasta más preocupada.

Soy una persona muy activa y me gusta aprovechar el día al máximo. ¿Te puedes imaginar como estaba mi mente siempre? Vivía con temor, pensando todo lo malo que me podía pasar. Estos temores no están injustificados, he vivido momentos difíciles como el divorcio de mis padres, dificultades en mi matrimonio y la etapa de crecimiento de mi hija. Justo después de todas estas turbulencias en mi vida, conocí al Señor y fue ahí cuando todo comenzó a cambiar. El Señor empezó a sanar mi mente, empecé a creer quien soy en Él y poco a poco recupere mi seguridad.

Puse mi confianza en Él y le entregué mi vida. Ahora todos los días, al despertar lo primero que hago es darle las gracias por lo bueno que ha sido conmigo, por su cuidado y todo el amor que me da, pienso en todo lo bueno. En Sus manos pongo todo lo que hago y vivo confiada que Él. He entendido que Él tiene el control de mi vida y si las cosas no salen como yo pensaba sigo adelante segura de que algo mejor esta por delante. Ahora entiendo como mi mente llena de pensamientos negativos solo atraían cosas negativas a mi vida, pues las creía todo el día y se convertían en una realidad en mi vida.

Proverbios 23:7 porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es el.

Todo lo que nosotros hacemos es el resultado de algo que nosotros hemos pensado. Todo en lo que pensamos, en eso nos convertimos. Si llenamos nuestra mente de cosas negativas así́ serán nuestros resultados. Pero si nosotros cambiamos nuestros pensamientos a cosas buenas y agradables obtendremos cosas positivas.

¿Qué es en lo que piensas? Preocupación, tristeza, alegría, enojo. Eres lo que piensas. Tus palabras, sentimientos y acciones son formadas por tus pensamientos. Muchas veces dejamos que todo lo que escuchamos o vemos hagan un nido en nuestra mente y nos llena de preocupaciones, temores que nos paralizan y no nos permiten vivir en paz. El enemigo usa los medios y lo que nos rodea para poner ideas y pensamientos equivocados en nuestra mente, esto te lleva a vivir dudando de quién eres, temor al futuro, ansiedades. Pero ¿sabes qué? Tú puedes detener esos pensamientos, no le permitas a tus pensamientos hacer nido.

Un pensamiento te provoca un sentimiento, que si no es controlado se transfiere a tus palabras y después a tus acciones y esa es la manera que el enemigo gana terreno. La solución no es bloquear los pensamiento malos o negativos, sino cambiarlos por algo positivo que te edifique. El estar pensando en algo negativo solo te controlará y consumirá tu mente y tu energía. Cambia tu pensamiento en algo positivo: ora, alaba al Señor en todo momento. Eso te traerá́ paz, alegría y gozo en tu corazón, ayudará a que tu mente este tranquila.

Rick Warren dice: “Los pensamientos malos se derrotan pensando en algo mejor”

Juan 8:31-32 NTV Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

RENUEVA TUS PENSAMIENTOS

1. Enfócate en tener una relación con el Señor todos los días!: Es importante constantemente buscar más de Su palabra y permanecer en ella. Esta es la manera en la que Dios renueva tu mente.

2. Busca música agradable para Él: La música de adoración enfoca tus pensamientos en la grandeza y bondad de Dios.

3. Ora en cada momento: Así cuando algo negativo llegue a tu mente, rápidamente entrégaselo a Dios.

Estos son pasos sencillos que te ayudarán a renovar tus pensamientos, te invito a hacerlo de una manera constante. Ábrele tu corazón a Dios y entrégale todo lo que te preocupa, todo lo que pasa por tu mente, lo que roba tu paz y tranquilidad. Conócelo, hazlo tu amigo, y tu confidente. No dudes de lo que Él puede hacer por ti.

Para terminar, te quiero compartir una promesa que me ha ayudado a estar confiada y sin temor.

Deuteronomio 31:6 Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, por que el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonara.

¡Créelo en tu mente y corazón!