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Empatía, la llave de la bondad y compasión.
Araceli Quevedo
Hay una palabra que en los últimos meses que viene constantemente a mi mente, “empatía”, está clavada en mi mente y mi corazón, quizá sí, porque personalmente he necesitado de esa empatía, pero también me di cuenta que muchas veces yo no la he tenido, empatía con el dolor de otros, con la felicidad de otros, con las preocupaciones de otros, etc.,
Romanos 12:15 Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran.
En este tiempo, es una palabra que tiene tanto significado, que podría ser tan importante en la vida de alguien y aún más como creyentes, porque la empatía tiene todo que ver con el amor, y la palabra de Dios nos enseña en 1 Corintios 13:1-3 que sin amor nada somos, nada de lo que hagamos, digamos, demos, nada vale si no va acompañado de amor, de un amor tan profundo, tan grande, que verdaderamente podamos no solo reír con los que ríen, sino llorar con los que lloran, y es que casi no nos gusta llorar, ni el dolor lo evitamos, no nos gusta que nos cuenten problemas, pero siempre estamos listos para compartir una comida, ir a una reunión, porque eso sí “refleja a Dios” pero a los problemas o dificultades las etiquetamos como “falta de fe” o que no confiamos en Dios, oh.. esas palabras las he escuchado tantas veces en las últimas semanas, con qué facilidad arrojamos esas palabras de nuestros labios.. falta de fe.. (quienes somos nosotros para medir la fe de los demás).
1 Pedro 3:8 Compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.
En Marzo mi esposo enfermó de COVID, fue de los primeros casos aquí en Tijuana, y yo era de esas personas que estaba segura que a nosotros no nos pasaría, porque cuántas veces hemos leído y creído en Salmo 91, es uno de mis favoritos, Dios está con nosotros y ninguna plaga tocará nuestra morada, créanme que tenía toda la Fe en ello, sin embargo pasó y fue difícil, fueron semanas muy duras, pero agradezco a Dios por todas las personas que estuvieron con nosotros, que oraron, que durante semanas nos apoyaron con medicamentos, productos para sanitizar, mandado, comida, porque en medio de nuestro encierro y enfermedad nos sentimos acompañados, porque Dios nos mostró su amor a través de todas esas personas, familia y amigos que son familia.
Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo…
Juan 15:13 Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos
Gálatas 6:10 Hagamos bien a todos según tengamos oportunidad…
¿Qué aprendí de todo esto?, mucho. Hubo momentos en que mi Fe flaqueo, en que no tenía fuerzas para orar, en que no sabía si Dios me escuchaba, en que hice muchas preguntas, ¿por qué?, ¿qué hicimos mal?, ¿me faltó fe?. Fueron noches sin dormir, cuidando de mi esposo, angustiada porque a mi hijo no le pasara nada, sintiéndome mal físicamente, pero ahí, cuando yo no tenía fuerzas, siempre tuve a un Hur y Aaron que levantaron mis brazos, que importante, porque hubo empatía, mi familia y amigos, esos amigos que son familia tuvieron empatía, no me juzgaron, no me dijeron que me faltaba Fe, y ahí es cuando yo sabía que Dios no me había dejado, que Su amor y Su fidelidad seguían conmigo, a través de todas esas muestras de amor y de toda esa gente que levantaron nuestros brazos.
APRENDÍ.. que mientras estemos en este mundo estamos expuestos a enfermedades, accidentes, problemas.
Juan 16:33 En este mundo tendréis aflicción, pero CONFIAD yo he vencido.
APRENDÍ.. que no es falta de Fe cuando enfermamos, o tenemos dificultades, aun cuando enfrentamos pérdidas.
APRENDÍ.. que Dios nos entiende cuando flaqueamos en medio de una prueba, y aun ahí Él nos abraza y consuela hasta que tenemos fuerzas para regresar a Él.
Salmo 34:18 El Señor está cerca de los que tienen el corazón quebrantado
Isaías 41:13 Yo soy el Señor tu Dios que te sostiene, no temas, Yo te ayudare
Aprendí la importancia de ser empáticos y dolernos con los demás y sobre todo de no ser egoístas, no juzgar, no porque a mí no me haya sucedido no quiere decir que alguien más no la esté pasando mal.
APRENDÍ que siempre, pase lo que pase, no hay otro lugar que en medio de cualquier dolor, pérdida, duda, enojo, al final siempre mi lugar está esperando en los brazos de mi DIOS, y aunque parezca que todo está perdido, DIOS siempre abrirá nuevos caminos.
Isaías 43:19 otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad (mi promesa)
Si tú estás pasando por una enfermedad, pérdida de cualquier tipo, soledad, etc., tienes que saber que no estás sola, aunque parezca que Dios ha volteado su rostro y cerrado sus oídos, no es así, pero entiendo que quizá te sientas así y sientas que estás sola y que estás atravesando un valle de sombra y de muerte, pero después y aunque parezca trillado, Dios abrirá nuevos caminos, y el sol volverá a salir, y volverás a tener ganas de sonreír, porque Dios sigue siendo el mismo, Él te ama.
Y si conoces a alguien que esté pasando por una de estas situaciones, sé empático, no juzgues, respeta su dolor, respeta sus tiempos, apoya, hace falta más amor y menos religión.
escrito por
Araceli Quevedo
Aurora Mujeres
Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.
En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.
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