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Caminando hacia lo desconocido

Hace ya algunas semanas escuché la noticia de una pandemia, que cada día estaba más cerca, la verdad no entendía bien la magnitud de lo que esto significaba, pero conforme pasaron los días, escuchando las noticias vi como de repente el mundo se paralizó y las cosas comenzaron a cambiar rápidamente.

De repente llegó la noticia de que todos estaríamos en casa y que de la noche a la mañana me convertiría en una mamá dando escuela en casa. Pero, ¿cómo? – dije. Yo no puedo con eso, es demasiado, no me siento capacitada. Ni siquiera sé suficiente sobre tecnología, ¿cómo le voy hacer? De repente sentía como el temor y la inseguridad comenzaron a robarme mi paz.

Soy una persona que me gustan mis rutinas y que me es difícil ajustarme a lo nuevo, a lo desconocido; ya que no me gusta salir de mi zona de confort. Me gustan que las cosas sean predecibles o al menos tener tiempo de procesar cambios. De repente estaba en un barco desconocido, en un barco que no tenía estabilidad y que las olas azotaban rápidamente con noticias cambiando día a día. Saturada de noticias en la televisión, en las redes sociales, hablando con amigos y familiares de lo que estaba sucediendo, llena de correos de la escuela, de maestros mandando información sobre los cambios en la escuela. Pronto me di cuenta que todos estábamos de alguna forma u otra en un barco nuevo, atravesando lo desconocido tratando de ver cómo íbamos a funcionar en esta cuarentena, viendo como nuestros negocios iban a funcionar, nuestros trabajos, nuestros eventos que teníamos en puerta, como seguir produciendo desde casa, Como nos ajustaríamos a todo lo nuevo y desconocido.

En la Biblia encontramos una historia de un hombre que camina sobre algo desconocido, algo que nunca había hecho y algo que tal vez no creía posible, un hombre llamado Pedro, camina sobre el agua. (Mateo 14:22-32)

Vemos como los discípulos ven a Jesús caminar sobre el agua, Él les dice que no tengan miedo y luego invita a Pedro a caminar hacia Él.

‘Entonces Pedro lo llamó: —Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua.  —Sí, ven —dijo Jesús. Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús,  pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse. — ¡Sálvame, Señor! —gritó.  De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró. —Tienes tan poca fe —le dijo Jesús—. ¿Por qué dudaste de mí?’ Mateo 14:28 -31

Me puedo imaginar la escena y sentir lo que Pedro sintió, ver el agua profunda, las olas moviéndose, el viento soplando, pero también ver a Jesús que lo llamaba, me imagino la paz y seguridad que sintió al ver a Jesús, tan así que se atrevió a dar un paso; salir del barco y comenzar a caminar sobre el agua. Pero luego sintió miedo, se hundió y grito: ¡Señor Sálvame!

Cuantas de nosotras gritamos precisamente eso: ¡Señor Sálvame!, ¡no dejes que me hunda, no me sueltes en este tiempo!

2 Cosas que puedo aprender en este tiempo

 

1. Mantén tu mirada en Jesús 

El voltear tus ojos o tu oído hacia todo lo que está sucediendo te hará entrar en temor y el temor solo te hunde. Mantén tu mirada en Jesús, no pierdas el enfoque de quien es Él, Él es tu ayudador, tu Salvador, tu esperanza,  tu guía y tu paz; Él es el que te capacita en este tiempo.

 ¿DÓNDE ESTA TU ENFOQUE?

Magnificas el hecho de que Jesús te llama a confiar y descansar en Él; o magnificas lo profundo que se ven las aguas.

‘Los que conocen tu nombre confían en ti, porque tu, oh Señor, no abandonas a los que te buscan.’  Salmo 9:10

Puedes escoger la preocupación o puedes escoger creerle a Dios en este tiempo.

‘Cuando mi mente se lleno de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría’ Salmo 94:19 

 Me di cuenta que cuando yo comencé a poner mi enfoque en Dios, a agradecer por lo bueno que ha sido, a meditar en sus promesas sobre mi vida, ya no podía ver lo profundo de las aguas o más bien las veía pero sin temor. Hasta me emocionaba un poco de dar un paso hacia lo desconocido.

2. Da pasos

Pedro tuvo que dar un paso para experimentar el milagro.

Da pasos hacia lo que Dios te está llamando, para cada una de nosotras esto se ve diferente, Jesús siempre nos llama a hacer las cosas diferentes a lo que estamos acostumbradas. Pero si de algo estoy segura es de que la manera de Él es mejor que nuestra manera. Dios no tiene limitantes y Él puede hacer que lo imposible sea posible. Él te dará la gracia para atravesar lo desconocido. Mantén tu mirada en Él.

‘Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cual camino tomar.’ Proverbios 3:5-6

Ya han sido casi 3 semanas o más, ya perdí la cuenta de los días que tengo haciendo escuela en casa y veo como Dios me ha guiado, me ha dado gracia, sabiduría y la paciencia necesaria para llevar esta tarea a cabo. Definitivamente es Dios quien me capacita y aunque tengo mis momentos de frustración, pronto recuerdo a quien tengo que mirar para que me guíe y de nuevo recupero mi ánimo. Te puedo decir que en esta cuarentena he visto la mano y fidelidad de Dios en mi vida y por eso estoy muy agradecida. Te animo a que si tú te has sentido un poco desubicada, con temor y sin saber qué hacer, voltees tu mirada a Jesús; Él está esperando para tomarte de la mano y guiarte en este tiempo.

escrito por

Julieta Zatarain

Aurora Mujeres

Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.

En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.

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