fbpx

BLOG

Caminando con propósito

Ishah Meraz 

.

Como mujeres tenemos una característica en común, constantemente estamos buscando el sentido de las cosas. Nos place dar respuesta a los “porqués” y buscamos entender cuál es nuestro propósito para la temporada que estamos viviendo. Queremos entenderlo para poder desempeñarlo de la mejor manera. Espero que de alguna manera te puedas identificar con esto, sino te abro mi corazón para contarte que esto son pensamientos constantes que pasan por mi cabeza.

Me hago preguntas provechosas como ¿Qué puedo aprender de esto que acabo de vivir? y ¿Qué áreas de mi carácter se están puliendo a través de esta situación? Pero la mera verdad es que también me hago preguntas tóxicas que pueden llegar a estancarme como ¿Por qué Dios permitió que me pasara esto? ¿Qué no se supone que Él me defiende? ¿Por qué no me escogen a mí? ¿Por qué no aprecian lo que hago? y de estas preguntas hay muchas, muchas más. Y es que en nuestra búsqueda de propósito nos encontramos constantemente también buscando cubrir nuestras necesidades básicas como las de ser reconocidas, ser amadas, y ser protegidas. La situación es que cuando estas dos no están siendo guiadas por el amor de Dios podemos llegar a sentirnos desvalorizadas, heridas, desechadas e insatisfechas con cómo estamos viviendo.

Recuerdo iniciar un trabajo por el cual mucho tiempo había orado, yo consideraba que en ese trabajo podía hacer la diferencia. Sentía en lo profundo de mi corazón que allí encontraría mi propósito. Recibí la llamada e inicie con tanto ánimo y sueños, quería dar todo de mí para llevar a cabo las cosas que creía que eran por las que Dios me tenía allí. No pasó mucho tiempo cuando me empecé a dar cuenta que no estaba haciendo mucho de lo que yo pensé que haría y me encontré frustrandome. Así no se debería de ver esa etapa de mi vida. Empecé rápidamente a sentirme desgastada y no le encontraba sentido a las cosas. Sentía que no tenía sentido que yo estuviera ahí si no hacía lo que para mi había sido claro que tenía que hacer. Fue entonces cuando en mi tiempo con Dios me tope con Isaías 41 (te invito que leas todo el capítulo), el versículo que más hablo a ese momento específico es el siguiente:

Isaías 41:4  “Yo soy el único Dios y mantengo bajo control  todo lo que pasa en este mundo. He existido desde el principio, y existiré hasta el final.”

 Aún cuando para mí las cosas habían perdido sentido y propósito, a Dios nada se le sale de control, entender eso me ayudó a cambiar la perspectiva de mi entorno, dejar de afanarse por lo que yo quería hacer y empezar a buscar en qué podía servir.

Jeremías 31:25 Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.

Todo ese cansancio que había sentido por estar peleando contra la corriente lo llevó a su presencia, y fue allí donde empecé a sentir contentamiento por mi desempeño y le encontré propósito, no al “fín”, sino al día a día. Todos los días me mostraba que al cumplir lo que se pedía de mí estaba cumpliendo con mi misión en ese lugar.

En nuestra vida nos pasa igual, consideramos la meta como nuestro propósito. “Escribir un libro”, “Ser conferencista”, “Que mi esposo conozca de Dios” etc. Pero la realidad es que cuando Dios tiene el control, nuestro propósito se cumple en la acumulación de nuestra obediencia diaria. Muchas veces cumplir tu propósito se va a ver como simples tareas diarias, o como una pequeña conversación. Pero ten por seguro que en tu obediencia diaria encontrarás la satisfacción de tu corazón y que Dios te permitirá a través de tu obediencia cumplir tus sueños. 

escrito por

Ishah Meraz

Aurora Mujeres

Nuestra visión es que la mujer alcance su máximo potencial cuando es motivada y conectada al propósito que Dios tiene para ella y por el cual fue creada.

En Aurora Mujeres podemos ser nosotras mismas, abrir nuestro corazón, verte a ti misma de la misma manera en como Dios te ve, dejar atrás los errores y comenzar de nuevo.

Share This