EMOCIONES

Las señales de advertencia de depresión y ansiedad.

Como adultos, puede ser fácil suponer que los niños, especialmente los más pequeños, no tienen nada que temer, preocupar o entristecer. Después de todo, la infancia es conocida por ser la etapa de desarrollo más inocente y despreocupada. Sin embargo, los niños tienen mucho por qué estresarse. Comencemos con un evento reciente y, seamos sinceros, todavía actual: hemos estado viviendo en una pandemia global durante más de un año. Por un tiempo, algunos niños no pudieron ir a la escuela o participar en actividades extracurriculares como lo harían regularmente. Muchos niños no pudieron visitar a sus amigos, primos y abuelos como antes. Incluso cuando la vida comienza a parecer un poco más reconocible, el costo del aislamiento social y el miedo a estar lejos de las rutinas familiares pueden generar altos niveles de angustia en los niños.

Y luego hay muchas preocupaciones que no están asociadas con una pandemia. Por ejemplo, los niños que son acosados, solitarios, retraídos o que tienen problemas de aprendizaje o de atención tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos relacionados con la ansiedad o depresión.

Al igual que los adultos, los niños también luchan contra la ansiedad e incluso la depresión. Sin embargo, los signos y síntomas no siempre son los mismos en los niños que en los adultos. Aunque a veces son sutiles, los signos de ansiedad y depresión son fáciles de detectar en su hijo si se fija bien. Como padre, es importante asegurarse de que una vez que vea estas señales de advertencia, no las ignore.
Estos son algunos ejemplos de lo que debe buscar.

1. Aislamiento Social

Un síntoma de ansiedad y depresión en los niños es si se están aislando de sus seres queridos. Los niños generalmente quieren estar cerca de personas como su familia y amigos. Fíjese bien en las actividades recientes de su hijo y vea cuánto tiempo ha estado en su habitación. ¿Parece que están en su habitación más que en cualquier otro lugar?

A veces, es posible que un niño con ansiedad y depresión no esté en su computadora o teléfono como podría pensar. Podrían estar durmiendo todo el día, llorando o sintiéndose paralizados por la preocupación. Cuando sus amigos llamen o envíen mensajes de texto, preste atención si su hijo participa o apenas responde. Si su hijo está en las redes sociales, vea lo que publican o con qué frecuencia lo hacen. Si no muestra ningún interés en salir de su habitación o relacionarse con amigos de forma remota, podría significar que hay algo más en juego.

2. Cambios en el estado de ánimo

La ansiedad y la depresión en niños o adolescentes no siempre parecen preocupación o tristeza. A veces, se manifiesta como ira o irritabilidad. La ira o la irritabilidad a menudo vienen con el territorio de muchos adolescentes, pero ¿la ira parece excesiva o inusual para su adolescente? Otra cosa es observar si ha habido algún cambio de humor con tu hijo. ¿Parece preocupado o preocupado por algo todo el tiempo? ¿Están frustrados, tristes o no muestran ninguna emoción en absoluto, simplemente parecen indiferentes? ¿Hace bastante tiempo que no ve sonreír a su hijo? Tal vez su hijo ha estado muy callado últimamente. Esto podría ser una señal de que tienen pensamientos abrumadores en la cabeza que están luchando por apagar.

3. Cambios en el sueño

Un niño o adolescente que lucha contra la ansiedad y la depresión puede tener dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido. Cuando pasa por la habitación de su hijo con la puerta cerrada, tal vez su luz todavía esté encendida o podría estar comiendo un refrigerio en medio de la noche. No solo su hijo puede tener problemas para dormir, sino que algunos niños con ansiedad y depresión terminan durmiendo demasiado. Es posible que no tengan ganas de querer levantarse de la cama y saludar al mundo. Es posible que duerman de 8 a 10 horas y aún así se sientan exhaustos y sin descanso.

4. Desesperanza

La falta de motivación, o un largo período de apatía, es un fuerte signo de ansiedad y depresión. Es posible que le hayas preguntado a tu hijo típicamente activo cuáles son sus planes de fin de semana solo para que responda que no tiene ninguno. Esta puede haber sido una respuesta común durante las últimas semanas. Especialmente con la pandemia en curso, su hijo puede sentir que no tiene sentido hacer nada si existe la posibilidad de enfermarse a sí mismo o a usted.

Otros signos de angustia para buscar:

  • Disminución del interés en actividades que antes eran favoritas
  • Aburrimiento persistente, poca energía.
  • Pensamientos negativos persistentes sobre uno mismo y los demás.
  • Sentimientos frecuentes de culpa
  • Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso.
  • Aumento de la irritabilidad, la ira o la hostilidad
  • Problemas para mantener las relaciones.
  • Quejas de enfermedades físicas como dolores de cabeza y de estómago
  • Evasión frecuente de la escuela o bajo rendimiento académico.

¿Qué hacer?

Entonces, supongamos que ha notado más de uno de estos signos durante más de dos semanas, ¿qué debe hacer? La mejor manera de intervenir al principio es hablarle amablemente a su hijo sobre los cambios que ha notado. Por ejemplo, podrías decir: “He notado que ya no estás interesado en reproducir videos con tus amigos. ¿Cómo te van las cosas últimamente? Si tu hijo se resiste a hablar, hazle saber que lo quieres mucho y que es normal sentir tristeza y ansiedad de vez en cuando. Si la ansiedad parece ser el problema, anime a su hijo a practicar cómo enfrentarse a lo que le hace sentir ansioso. Cuanto más practiquen, más valientes se sentirán.

Otras cosas que hacer incluyen:

  • Establezca rutinas para ellos y la familia a lo largo del día para traer diversión a sus vidas, como películas familiares y noches de juegos.
  • Asegúrese de que su hijo duerma lo suficiente, se mueva durante el día y siga una dieta equilibrada.
  • Fomente las pausas en las redes sociales.
  • Fomentar la interacción en persona con los compañeros. Es importante que su hijo se mantenga en contacto con sus amigos con la mayor frecuencia posible.
  • Establecer controles periódicos de salud mental familiar. “En una escala del 1 al 5, ¿cómo te va hoy?” O «¿Cuál es el máximo y mínimo del día/semana?»

Si bien los síntomas de ansiedad y depresión suelen ser temporales, pueden provocar problemas a largo plazo si no se tratan. Una vez que note los signos de ansiedad y depresión en su hijo, programe una cita para hablar con un terapeuta o pediatra para una evaluación y posible diagnóstico/tratamiento.

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