RELACIONES
3 sencillos pasos para construir mejores relaciones (incluso si está ocupado)
Si eres como yo, a menudo te enfrentas a un enigma clásico cuando se trata de cómo gastarás tu tiempo, preguntando: «¿Debo priorizar lo importante o lo urgente?»
Y, ya sabes, si eres como yo, los asuntos urgentes a menudo ganan. Tengo que sacar a los niños por la puerta, cenar en la mesa, entregar la asignación de trabajo. Registre algunas horas de sueño, despiértese y repita nuevamente mañana.
Pero luego, me atrevo a decirlo, si eres como yo, te despiertas algunas de esas mañanas y piensas: «No es así como se supone que debe ser mi vida».
Está bien, ese momento, justo ahí, ese es el indicado. Ese es el sentimiento que queremos aprovechar hoy. Esa es la inspiración que queremos escuchar.
Después de todo, no es así como se supone que funcionan nuestras vidas día tras día: corriendo de una tarea a otra, chocando los cinco con la gente cuando pasamos junto a ellos y preguntándonos cómo nos perdimos en el camino.
Estábamos destinados a crecer en relación con los demás y con nosotros mismos. Ser conocidos y amados por lo que somos y extender esta misma gracia a nuestros amigos y familiares más cercanos.
Y así, teniendo en mente, tomemos unos minutos para priorizar uno de los aspectos más importantes y enriquecedores de la vida: nuestras relaciones. Abordaremos esto en tres partes, pero les prometo que no llevará mucho tiempo.
Los niños, y su hambre incesante, seguirán ahí cuando termines.
Parte 1: Listado de mis relaciones clave
Tome un bolígrafo y papel, abra la aplicación de notas en su teléfono o, si es como yo y quiere volverse un nerd, comience una hoja de cálculo.
Haz una lista de las principales relaciones en tu vida por nombre. Asegúrese de incluir a su cónyuge o pareja, padres, suegros, hermanos, amigos cercanos, sus hijos y usted mismo. ¡Sí tú!
Parte 2: Evaluación de mis relaciones
Considere sus relaciones en general mientras se pregunta lo siguiente:
¿Cuáles son mis formas favoritas de conectarme con los demás?
¿Qué obstaculiza mi capacidad de estar completamente presente con amigos y familiares?
¿Cómo se sienten generalmente las personas acerca de sí mismas cuando nos separamos?
Luego, considere cada relación individual enumerada y pregúntese:
¿Qué tan bien nos conocemos realmente?
¿Soy el verdadero yo alrededor de esta persona?
¿Qué me da energía de esta relación?
¿Qué me agota de esta relación?
Es posible que se sienta un poco incómodo cuando llegue al final de su lista y tenga que considerar: «¿Qué pasa con mi relación conmigo mismo que me energiza y qué me agota?» ¡pero pruébalo de todos modos!
Después de todo, podrías aprender algo. Tal vez su diálogo interno podría necesitar un impulso, o tal vez simplemente necesite encender algo de música y bailar en la cocina cuando esté lavando los platos. Ya sabes, si eres como yo.
Parte 3: Hacer nuevos compromisos para mis relaciones
La reflexión funciona mejor cuando va seguida de acción. Y esta acción es donde comienzas a cambiar la trayectoria del futuro muy levemente.
Porque, por supuesto, todavía está obligado a pasar el día apurado, tachando un elemento y luego otro de su lista de tareas pendientes de manera frenética, pero, y esto es importante, también será más probable que priorice las relaciones sobre el largo recorrido.
Tómese unos minutos para revisar nuevamente su lista de relaciones clave y considere cómo respondió las preguntas anteriores. Escriba algunas ideas sobre cómo podría mejorar sus relaciones. Cosas como:
- Planeo con anticipación para conectarme con la gente de una manera que disfruto, organizando un juego de mesa o invitando a otros a dar un paseo por la tarde.
- Guardaré mi teléfono durante los momentos de transición del día para poder despedirme y saludar con toda mi atención.
- Cuando alguien a quien amo comparte información conmigo, le hago preguntas de seguimiento bien pensadas para que sepa que lo estoy escuchando y que me importa.
- Si estoy teniendo un día difícil o una temporada difícil, y una persona en la que confío me pregunta cómo estoy, seré honesto.
- Haré más espacio para las relaciones que me dan energía.
- Cuando una relación me agota, puede que me queje un poco, pero sobre todo, buscaré formas de mejorar las cosas o seguir adelante en el amor.
- Haré tiempo para mí mismo, tanto para mis necesidades como para mis deseos.
Te puede interesar
El poder de la oración
Hace muchos años, diría que unos 25, tenía a mis hijos pequeños entre 7 y 8 años, algo que siempre me tenía preocupada era que mi hijo el mayor, era muy travieso, aunque decían que era normal, yo tenía temor porque no media los riesgos de sus travesuras; que...
El amor de los padres
En mi opinión lo más importante es que los padres aprendan cómo satisfacer con eficacia la necesidad por amor emocional del adolescente. A qué me refiero con “amor emocional” En lo más profundo del alma del joven se encuentra el deseo de sentir la conexión, la...
Si es posible
Recuerdo el día que nació mi primer niño como si fuera ayer, esa cascada de sentimientos y emociones que descubrí ese día, tantos anhelos nacieron en mi corazón, tantos sueños, tanta dicha y gratitud por tener en mis brazos a mi hijo, a la vez nacieron emociones y...
¿Quién es el joven de hoy?
Los desafíos básicos que afrontan los jóvenes de hoy son muy similares a los que tú enfrentaste cuando eras adolescente. Por una parte el gran reto de la aceptación y adaptación a los cambios que ocurren en el cuerpo, el desarrollo de una nueva manera de pensar, un...
Como enfrentar las etapas de nuestros hijos
Ser la mamá de Andrea (18 años ) y Dana (11 años) ha sido uno de los más grandes regalos que Dios nos ha dado a su papá y a mí. Cada día mis ojos se iluminan al verlas, tan llenas de vida, tan alegres, las escucho reír y mi corazón se desborda de amor. Sin embargo...
Mi hijo(a) y las Redes Sociales
Hola. Mi nombre es Sissel Sánchez, soy esposa de un hombre maravilloso llamado Javier y soy una afortunada madre de 2 hijos llamados Esperanza (16 años) y Aaron (8 años). Tengo conociendo de Dios 12 años y desde el primer día que lo conocí, transformó mi vida. Cuando...